Introducción a la Edición Española de la obra ?El Equilibrio en el Tercer Milenio?

Hace exactamente 10 años que el manuscrito de El Equilibrio en el Tercer Milenio fue entregado aceleradamente a los editores a fin de que el libro pudiera aparecer antes de que se iniciaran las deliberaciones en Roma para el establecimiento del Tribunal Criminal Internacional a mediados del año 1998. Los editores mandan. Las primeras pruebas de la obra estuvieron listas en Mayo de dicho año y su primera tirada fue enviada apresuradamente a Roma por cortesía de la Embajada de Italia en Delhi. Simultáneamente se remitieron ejemplares del nuevo libro a los críticos en India y el extranjero, algunos de los cuales llegaron hasta la mesa del Secretario General de la ONU en Nueva York y a la Unión del Parlamento Internacional en Ginebra. Los primeros comentarios al Equilibrio en el Tercer Milenio procedieron del Secretario General de la ONU, Kofi Annan, en tanto que la primera reseña sobre la obra apareció en UN Chronicle de Nueva York (Nº 3/98).

La presentación formal del libro se produjo bastante más tarde de su publicación. El acto tuvo lugar en el India International Centre de Nueva Delhi, el 6 de Agosto de 1998, coincidiendo con el aniversario de la masacre de Hiroshima. Dicho día se desarrollaron en Delhi grandes manifestaciones encabezadas por eminentes ciudadanos y activistas por la paz contra la proliferación nuclear. Estas manifestaciones concluyeron en la Puerta de la India y en el samadhi, (mausoleo) de Mahatma Gandhi, el apóstol de la no-violencia, en el Rajghat. Trágicamente para India y para el mundo, la serie de ensayos nucleares indios, conocidos como Pokhran II, tuvieron lugar poco tiempo después , mostrando así al mundo que India se había convertido en una potencia nuclear declarada. De forma inevitable Pakistán siguió la misma senda al realizar sus propios ensayos nucleares en las colinas de Chagai del Baluchistan. Las potencias descritas en TME como en el umbral de lo nuclear, es decir India, Pakistán e Israel, habían decidido cruzar el Rubicón. En el último caso, Israel, nadie jamás dudó de que se hubiera convertido en una potencia nuclear de cuerpo entero con mucha anterioridad.

Diez años después de estos acontecimientos, ¿ en qué situación se halla el mundo respecto a sus compromisos de desarme nuclear y reforma del Consejo de Seguridad de la ONU ?. En lo que concierne a las previsiones planteadas en el Equilibrio del Tercer Milenio, deberían haberse producido avances significativos hacia el 2010. Es claro que tal no ha sido el caso. No solamente no se han producido progresos respecto al desarme nuclear o las reformas en la ONU, sino que tratados laboriosamente negociados durante el último siglo como el CTBT, NPT y el ABM de 1972, que constituían los puntales que deberían haber sustentado la arquitectura de seguridad global para el presente siglo, se encuentran prácticamente en ruina.

La situación cuando el mundo se acerca al final de la primera década del nuevo siglo es que, no sólo el Tratado ABM de 1972 permanece soterrado, sino que los misiles de teatro y de defensa nacional se desarrollan a toda velocidad. Además, China demostró a finales del 2007 su capacidad para derribar un satélite en el espacio, poniendo en peligro así las comunicaciones en ese ámbito durante mucho tiempo debido a los escombros espaciales generados por la operación. Respecto al movimiento post-Guerra Fría a favor del desarme nuclear, cuanto menos se diga mejor. La proliferación horizontal pronto se hallará a la orden del día, incluso entre actores no-estatales. Los cinco países nucleares que al mismo tiempo son miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a veto, quienes deberían haber encabezado las iniciativas para frenar la amenaza de proliferación nuclear, han alterado su rumbo, en unos casos de forma abierta y en otros clandestina. Y lo que es peor, varios de ellos han perfeccionado mini-artefactos nucleares para usar contra sus adversarios. Hasta la ficción de la responsabilidad global para contener la marea nuclear ha sido abandonada. Se han introducido modificaciones en la doctrina de empleo de las armas, en los manuales de guerra de los citados países, para facilitar el empleo de esos mini-artefactos nucleares por parte de los comandantes en el campo de batalla. Cuando El equilibrio en el Tercer Milenio apareció hace diez años las más agudas preocupaciones globales giraban en torno al desarme nuclear, las reformas en el Consejo General de la ONU y los objetivos de desarrollo humano. El calentamiento global y el cambio climático eran tan sólo amenazas lejanas en la periferia de las preocupaciones globales. No constituían ciertamente el centro de la atención, tal es hoy el caso. Y sin embargo los indicios de una catástrofe en gestación se hallaban ahí. Por ello se les confirió la relevancia correspondiente en el libro, donde incluso se dedicó una sección a la ?Revitalización Ecológica del Planeta?, sugiriendo una serie de urgentes medidas a tomar por parte de la comunidad global para salvaguardarse de tales peligros. Al Gore, ganador del Premio Nobel de la Paz 2007, quien fue Vicepresidente de los EE.UU., leyó en esa época el ETM y envió un alentador comentario personal a su autor. Tras los albores del nuevo milenio varias personas eminentes de todo el mundo, incluyendo ganadores de Premios Nobel, han estimado que la senda esbozada en El Equilibrio en el Tercer Milenio para enfrentarse a las crisis que ahora acechan a la humanidad, amenazando su mera supervivencia, debe ser seriamente considerada.

La escena mundial ha experimentado muchos cambios desde que ETM vió la luz hace ya una década. Estos cambios y otros muchos que se sucederán en las próximas no alterarán, sin embargo, los postulados básicos expuestos en Equilibrio en el Tercer Milenio para que nos encaminemos hacia una sociedad planetaria más viable, humana y sostenible. Como un crítico comentó al autor, la trayectoria de Equilibrio en el Tercer Milenio se extenderá con seguridad a lo largo del siglo presente. De hecho no sería una exageración afirmar que a menos que las precondiciones especificadas en la Parte I del libro, bajo la rúbrica ?La Búsqueda?, para la resolución de los problemas globales más urgentes no sean establecidas, no podrán realizarse progresos efectivos para detener el multifacético declive planetario. Por ejemplo, en tanto que alrededor de 190 naciones con sus estrechas preocupaciones nacionales se hallan representadas en Naciones Unidas, el Planeta Tierra no tiene representación alguna para exponer las preocupaciones existenciales planetarias que evidentemente desbordan las pequeñas disputas de las naciones. TME delinea vías bien definidas para superar esta alarmante aberración que ha permanecido desatendida desde la fundación de las Naciones Unidas hace sesenta años. Los lectores de la edición española podrán ahora juzgar por ellos mismos.

Vinod Saighal

Nueva Delhi, Febrero 2008